EL CONOCIMIENTO REDENTOR
Hugo Betancur
El conocimiento humano ha sido
fundamental en la identificación de patrones de comportamiento psicológico: los
procesos mentales de atención, percepción y aprendizaje; la expresión de
afectos, emociones, sentimientos y conductas; la representación de cada
personalidad asumida o establecida como distintiva e individual -acostumbramos
a decir “yo soy…”, “él es…”, "ella es…”.
También el conocimiento ha sido
fundamental para resolver los conflictos y las crisis cuando los seres humanos
que los afrontamos mostramos una disposición apacible. El conocimiento ajustado
a la realidad favorece las transiciones oportunas y permite la disipación de
las tormentas psicológicas.
Gramaticalmente, la palabra
conocimiento es sinónimo de saber: asociamos estos dos términos con nuestro
entendimiento y comprensión sobre aspectos de la vida y de los seres vivos
Decimos que alguien es sabio cuando
logra describir o interpretar la esencia y veracidad de las actuaciones humanas
y de los eventos de la naturaleza.
Decimos que alguien es ignorante o
malintencionado cuando sus enfoques y conceptos carecen de veracidad o cuando
discute con arrogancia sobre asuntos que desconoce.
Debemos manifestar el conocimiento
verídico como una idea o elaboración de la mente que aflora cuando examinamos
los acontecimientos con ecuanimidad.
Mientras más constante sea la
observación sobre lo exterior y sobre las creencias albergadas en la mente,
mayor será la expansión del conocimiento y de la consciencia.
Una actitud mental de resistencia a
los cambios y de rechazo a los eventos que suceden nos lleva a los conflictos,
a las pugnas, al sufrimiento: nos quedamos pasmados procesando muy lentamente
los sucesos en nuestras mentes mientras la vida progresa.
Así como los fenómenos físicos
evidencian los movimientos de cambio en la naturaleza, las transiciones que
hacemos evidencian los procesos psicológicos que logramos resolver -porque
experimentamos un estado de tranquilidad- o los que no desenredamos -porque siguen
reverberando como ondas mentales inquietantes.
Los conflictos surgen de
circunstancias propiciadas por los participantes; para resolverlos, ellos deben
hacer cambios en sus acciones.
Los personajes empeñados en imponer
sus creencias y autoridad sobre los demás están convencidos de que son más
importantes e inteligentes y se tornan tiránicos y agresivos contra ellos. No
confrontan sus ideas distintas para convenir acuerdos sino para
medir su poder y talvez su fuerza. Su interés no está orientado hacia un
conocimiento que sirva de puente sino hacia presunciones amañadas para doblegar
a otros.
Cuando las actitudes psicológicas son
antagónicas, los egos se tornan desenfrenados y hostiles -alguien debe vencer y
alguien debe ser vencido; no prevalecen las categorías de veracidad
y racionalidad sino las posiciones de poder y avasallamiento.
Las ideas egocéntricas nos impiden
alcanzar una visión coherente de la realidad. Quienes asumen un
conjunto de creencias como sus verdades incuestionables no
logran reconocerlas como sus interpretaciones particulares, inestables y
ambiguas, que distorsionan y confunden su interpretación de la
realidad.
Donde los egos imperan con sus
mandatos y su maquinación, el conocimiento justo y evidente es relegado
y los conflictos no son resueltos -quedan latentes, represados
temporalmente como el agua de un rio caudaloso que la montaña derrumbada impide
avanzar.
En muchas ocasiones, nuestro tiempo
psicológico no coincide con el tiempo de los relojes y los calendarios y nos
quedamos rezagados en nuestras protestas y lamentaciones pretendiendo retraer
las situaciones para cambiar el libreto representado -lo que no es posible
cuando mantenemos vigentes los conflictos, las culpas, las adversidades.
Los gurús de las ilusiones aseguran
que todos nuestros sueños son realizables y que debemos confiárselos al
universo para que nos sean manifestados tal como los concebimos. Sabemos que
las ilusiones y los sueños son fantasías de las mentes, que nos llevan al
desengaño, a la desilusión y a la frustración (en contraste, los proyectos y
planes que estén en la avenida de nuestro destino sí logramos conformarlos
porque resuenan con nuestras opciones de elección).
Hugo Betancur (Colombia).
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Agregado:
[El filósofo griego Heráclito de Éfeso (550-480 a.C) proclamaba: “Todo fluye, nada permanece”. En otro ámbito geográfico, su contemporáneo del norte de la India, Siddhartha Gautama, el Buda (563-483 a.C.) pregonaba que “todo lo existente es impermanente, transitorio”.
Thich Nhat Hanh, monje budista de origen vietnamita (1926-2022), afirmaba:
*-"Tu concepto o percepción de la realidad no es la realidad. Cuando quedas atrapado en tus percepciones e ideas, pierdes la realidad".
-"Tenemos que examinar de cerca nuestras relaciones para ver si se basan principalmente en la necesidad mutua o en la mutua felicidad".
-"Algunas personas están consumidas por los recuerdos y pensamientos del pasado. Su duelo, su pena y sus lamentos los condenan a aprisionar su vida en un pasado doloroso. No pueden vivir en el momento presente como personas libres".
*Adriana Méndez. Las 110 mejores frases de Thich Nhat Hanh. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-thich-nhat-hanh ].
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