EL AMOR SOÑADO
Hugo Betancur
El amor soñado es un objetivo por alcanzar imaginado en nuestras mentes.
Otro ser humano de afuera deberá hacer real la imagen y las funciones que le hemos
asignado para que podamos acogerlo como nuestro excelso prodigador de
felicidad y de emparejamiento -su aspecto físico, su voz, sus palabras, sus
acciones tendrán que corresponder al modelo que ideamos; su presencia
desvanecerá nuestra soledad y desvalidez de antes y llenará nuestros espacios
de alegría y calidez.
Ese otro u otra soñado deberá ajustarse a nuestros requisitos: si los
cumple, deberá hacerlos evidentes en la convivencia y asemejarlos al modelo que
concebimos -que se hagan tan reales como la cosecha que recoge al cabo del
tiempo el agricultor, que procedió del terreno abonado, y de la
siembra y cuidado de las semillas y las plantas.
En el itinerario de la avenida de su destino que cada uno de nosotros va
recorriendo y deshaciendo, aparecen hechos y relaciones posibles que nos
parecen gratos, y hechos y relaciones experimentadas o no posibles que consideramos
desafortunados.
Lo que llamamos el plano de la realidad desvirtúa nuestros anhelos de
complacencia y placidez porque nosotros y los demás carecemos de
personalidad y de capacidades de actuación que nos permita representarlos. Sin
darnos cuenta en muchas ocasiones, perseguimos espejismos que solo están en
nuestras mentes -como el viajero sediento perdido en el candente desierto,
divisamos un oasis inexistente con su fuente de agua y su vegetación
evanescentes.
Debemos madurar a seres humanos que se descubren a sí mismos en las
relaciones y aprendizajes crecientes. Debemos establecer hábitos de pesquisa
exterior e interior para lograr el progreso de nuestras mentes y la
manifestación de nuestros dones y talentos en los escenarios compartidos.
Aportamos a nuestras relaciones afectivas nuestras creencias, nuestras
interpretaciones y razonamientos generales sobre la vida y el mundo; sin
embargo, aportamos también nuestras taras generacionales, nuestra ignorancia,
las tendencias utilitarias y conflictivas de nuestros egos.
Probablemente, eso amores soñados solo sean quimeras y utopías
inalcanzables.
Dos que tengan un cumulo de sueños por obtener o conquistar de la otra
parte del drama no logran establecer una asociación armoniosa y feliz -las
expectativas desplegadas en este encuentro desbordan la disponibilidad de
satisfacción que cada actor puede dar y no hay una justa reciprocidad de la
pareja; la historia grandiosa no resulta y la desilusión abruma a los
debutantes que volverán a estar separados como en el preludio.
Así como cada personaje elabora un retrato de lo exterior, también debe
hacerse un retrato de si mismo, tan veraz como sea posible y no elaborado por
su ego parasitario y fantasioso que le hace considerarse gigante y
poderoso, lo que muchas veces solo es un papel.
Los sueños son solo sueños y las fantasías no tiene cabida en el mundo
real.
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“[4. Todas
las preguntas que se hacen en este mundo no son realmente preguntas, sino tan
sólo una manera de ver las cosas. Ninguna pregunta que se haga con odio puede
ser contestada porque de por sí ya es una respuesta. Una pregunta que se
compone de dos partes, pregunta y responde simultáneamente, y ambas cosas dan
testimonio de lo mismo aunque en forma diferente. El mundo tan sólo hace una
pregunta y es ésta: "De todas estas ilusiones, ¿cuál es verdad? ¿Cuáles
inspiran paz y ofrecen dicha? ¿y cuáles pueden ayudarte a escapar de todo el
dolor del que este mundo se compone?"]1
-[“Lo que
se considera la "realidad" es simplemente lo que la mente prefiere.
La mente proyecta su propia jerarquía de valores al exterior, y luego envía a
los ojos del cuerpo a que la encuentren. Éstos jamás podrían ver excepto a base
de contrastes. Mas la percepción no se basa en los mensajes que los ojos traen.
La mente es la única que evalúa sus mensajes, y, por lo tanto, sólo ella es
responsable de lo que vemos. Sólo la mente decide si lo que vemos es real o
ilusorio, deseable o indeseable, placentero o doloroso].2
-[“El mundo
que vemos refleja simplemente nuestro marco de referencia interno: las ideas
predominantes, los deseos y las emociones que albergan nuestras mentes.
"La proyección da lugar a la percepción" (Texto, pág. 497). Primero
miramos en nuestro interior y decidimos qué clase de mundo queremos ver; luego
proyectamos ese mundo afuera y hacemos que sea real para nosotros tal como lo
vemos. Hacemos que sea real mediante las interpretaciones que hacemos de lo que
estamos viendo. Si nos valemos de la percepción para justificar nuestros
propios errores, nuestra ira, nuestros impulsos agresivos, nuestra falta de
amor en cualquier forma que se manifieste, veremos un mundo lleno de maldad,
destrucción, malicia, envidia y desesperación”].3
-[“1. La
percepción se deriva de los juicios. Habiendo juzgado, vemos, por lo tanto, lo
que queremos contemplar. Pues el único propósito de la vista es ofrecernos lo
que queremos ver. Es imposible pasar por alto lo que queremos ver o no ver lo
que hemos decidido contemplar”].4
-[“De
ordinario estaba enamorada de alguien y, como su pasión nunca era
correspondida, había conservado todas sus ilusiones”.]5
-[“En un
rapidísimo proceso de pocos días hay un derrumbe de ilusiones. A la luz de
París su amada no es lo que parecía antes, y tampoco Lucien es el mismo a los
ojos de ella, ambos se decepcionan recíprocamente”.6
-[“¡…cuán presto se va el
placer,
cómo después de acordado
da dolor,
cómo a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor!”].7
Hugo Betancur (Colombia)
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REFERENCIAS
1. IV.
La callada respuesta. UN CURSO DE MILAGROS.
2. 8.
¿Cómo puede evitarse la percepción de grados de dificultad? UN CURSO
DE MILAGROS.
3. ¿Qué
postula Un Curso de Milagros?
4. Lección
312. Veo todas las cosas como quiero que sean. UN CURSO DE MILAGROS.
5. Cita de “El
retrato de Dorian Gray”, novela por Oscar Wilde.
6. Prologo.
“Las ilusiones perdidas”. Honoré de Balzac
7. “Coplas
por la muerte de su padre”. Jorge Manrique. Composición del género poético de
la elegía funeral medieval o planto.

