EL EGO Y SU GRANDIOSIDAD
Hugo Betancur
Si nuestras
acciones no son amables,
nuestras
palabras amables no son ciertas.
[Premisas
del ego: “Dime lo que quiero oír”, “Has lo que quiero que hagas”, “Dame lo que
quiero recibir”.]
De mis
experiencias y aprendizajes con mis pacientes en sesiones de hipnosis, de mis
privilegiadas relaciones con médiums y de mis diálogos con otros terapeutas, he
sacado las conclusiones que expongo seguidamente.
Cada ser
humano tiene una mente que dirige sus acciones en cada episodio pasajero de su
existencia. Esta mente está asociada a una personalidad, y ambas progresan a
través de la experiencia –la relación con la vida- y del aprendizaje. La mente con
su registro de los hechos sobrevive a la muerte del cuerpo físico. Muere la
mente neuronal o cerebro que hace parte del cuerpo físico, instrumento de
representación en el drama planetario.
En cada proceso de vida, lo que denominamos yo es la percepción de cada existencia humana como particular, con rasgos y condiciones propias que la caracterizan como diferente. Decimos “yo pienso”, “yo considero”, “a mí me parece”, cuando queremos expresar las impresiones que ese yo ha elaborado.
Desde la conformación del feto en el vientre materno, se va conformando un ego que hace parte de la personalidad o que se incorpora a la personalidad. Ese ego o pequeño yo es algo así como una entidad o un programa de la personalidad que establece la individualidad o la separación respecto a los demás: “a mí me gusta”, “a mí no me gusta”, “yo quiero esto o aquello”.
El ego o
pequeño yo es competitivo, absorbente, selectivo. Considera la vida como como
una lucha en la que hay que enfrentar adversarios y adversidades; en esa
confrontación, ese ego separacionista y exigente debe ganar, poseer,
conquistar, sin medir el costo ni las consecuencias que haya que asumir en el
empeño de superar o aniquilar a otros.
El pasado del ego está lleno de afrentas y de batallas. En algunas le pareció
vencer y en otras le pareció ser vencido: se siente orgulloso y jactancioso por
la primera ilusión y resentido y con deseos de venganza por la segunda.
El ego está
lleno de temores, de discriminaciones, de tergiversaciones, según sus
presunciones, respecto a quienes no se acomodan a sus demandas y requisitos.
Desde la estructura del ego y de sus fines e intereses son promovidas las
guerras y la destrucción, las enfermedades incurables propias de cada uno, las
pugnas interminables que atraviesan generaciones y culturas.
Desde esa
condición egoica predominante, cuando interactuamos por primera vez con otros
seres humanos, los sopesamos, los calibramos: ¿Qué representa esta persona para
mí? ¿Qué utilidad tiene esta persona para mi vida? ¿Debo aceptar a esta persona
cordialmente o debo prevenirme contra ella? El comportamiento egoico es una
mezcla de recelo y cautela en esos encuentros iniciales (aunque a veces esos
comportamientos persisten y se vuelven sistemáticos).
Según esas
evaluaciones tácticas iniciales, el ego decide como actuar: amistosa y
abiertamente, o despectiva y evasivamente.
En nuestras
relaciones, cada vez que nos involucramos destructivamente en un conflicto
hemos sido “enganchados” en las tramas de disociación del ego, que decide que
alguien no cumplió una función o funciones que le fueron asignadas o que
realizó unas funciones que no le fueron permitidas ni aceptadas, y en
consecuencia debe pagar por ello.
El ego
reacciona ante estas situaciones con hostilidad esgrimiendo sus armas o
activando sus defensas. El ego establece la culpabilidad y también la sanción o
castigo que debe recibir quien transgredió sus normas, y persiste en el
conflicto hasta que sus requisitos sean satisfechos o hasta que sea obedecido y
resarcido. El ego personifica las tendencias de cada uno a disfrutar la vida, a
dominar, a obtener y poseer, a alcanzar un envidiable estado de grandeza y de
éxito. El ego nace con el cuerpo físico y muere con él.
Lo que
llamamos ego sano es el pequeño ego contenido y dirigido por la personalidad
hacia unas relaciones equitativas y respetuosas donde reconocemos el libre
albedrío de otros, sus cualidades, sus limitaciones, su idiosincrasia1*.
Al reconocer lo que otros son en sus vivencias temporales, reconocemos también
lo que nosotros somos.
Cuando nos
replegamos hacia la dimensión de nuestro ser -el portal del alma-, la
personalidad y el ego son relegados a un segundo plano. Desde esa dimensión
mental vemos claramente que cada uno se representa a sí mismo en este plano de
vida y nos damos cuenta de la vulnerabilidad o de la fortaleza, de la
inteligencia o de la ignorancia, de la confusión o de la certeza que le
corresponden a cada vida.
Desde esa
dimensión de nuestro ser sabemos que no hay seguridad para quienes se atacan en
el campo de batalla. Para el ser, la condición de vencedores y vencidos
significa lo mismo, la misma deuda por saldar, los yugos comunes que debemos
resolver a través del tiempo en relaciones de expiación y reparación, el mismo
sufrimiento causado que debemos sanar.
Cuando
experimentamos lo que otros experimentan podemos comprender cómo son sus vidas
y que tan inminentes y únicas han debido ser sus decisiones y acciones de
acuerdo a las circunstancias de momento y personalidad que atravesaron (aunque
los observadores incidentales hubieran juzgado y asumido que hubo muchas
opciones posibles, los observados sólo pudieron actuar desde las condiciones de
sus mentes).
Al
ubicarnos en la situación de los otros (lo que alude la frase “ponerse en los
zapatos de otro”) podemos conocer sus percepciones y acomodarnos a la sentencia
de Dante en la ‘Divina Comedia’: “Probarás cómo sabe a sal el pan ajeno y que
duro trance es el subir y bajar por las escaleras del prójimo”2*.
Hugo
Betancur (Colombia)
__________________________________________________________
1*IDIOSINCRASIA.
F. Del griego ἰδιοσυγκρασία -'temperamento
particular'. Esta palabra define el conjunto de rasgos, temperamento, carácter,
creencias y mentalidad que pueden ser distintivos y propios de un individuo o
de una colectividad o de una cultura.
2*Dante
Alighieri, en la “Divina Comedia”, en el Canto XVII.
____________________________________________________
Otras ideas de vida en:
http://ideas-de-vida.blogspot.com/
http://pazenlasmentes.blogspot.com/
http://es.scribd.com/hugo_betancur_2
http://es.scribd.com/hugo_betancur_3
Este
blog:
http://hugobetancur.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario