RESTAURAR NUESTRA PAZ
Por Hugo
Betancur
Cuando enfocamos nuestra disposición a
“perdonar” a otros y liberarnos del conflicto que mantenemos vigente contra ellos,
podemos des-cubrir todo el proceso de conformación de la culpa que hemos
establecido inconscientemente y que proviene de nuestro sistema de creencias. De
nuestra base de datos particular, nuestro archivo mental, provienen las
interpretaciones que hacemos: cotejamos los eventos que consideramos externos
con la información que tenemos y expresamos nuestros juicios, tal como los
jueces y los abogados lo hacen examinando las conductas y acciones de los reos
para evaluarlas según las normas contempladas por las leyes que regulan las relaciones
de su sociedad.
Si no vemos la culpa como un
obstáculo que nos separa de otros y nos vuelve conflictivos, no podemos hacer
nada para resolver la situación en que nos hemos involucrado.
Sin embargo, en algún momento identificamos
el yugo que representa para nosotros la elección que hicimos al discriminar a otros
y rechazarlos: al observar nuestra molestia y rechazo contra ellos, empezamos a
verlos y a vernos a nosotros mismos (que somos quienes albergamos las culpas y
las condenas).
Podemos contemplar las situaciones
conformadas como un cuadro vivo en que interactuamos: hemos juzgado acerca de
las acciones y comportamientos de otros
y nos hemos atado a ellos a través de la trama que hemos armado en nuestras
mentes.
Esencialmente, la atribución de la
culpa, la retaliación y la exigencia de reparación son actividades propiciadas
por nuestros egos: otros nos han “afectado” y nos han “herido” y deben ser
castigados y reprendidos.
El perdón es una acción de
restablecimiento de la cordura. Al soltar nuestras condenas y alcanzar una
comprensión sobre los actos y rasgos de otras personalidades nos excluimos
voluntariamente de la pugna instaurada y entramos en la dimensión de la paz
donde entendemos que todo lo sucedido es consecuencia de circunstancias previas
que lo hicieron posible y que corresponden a la dinámica de la vida y de los
dramas humanos –acción y retribución, causa y efecto, la representación de los
actores sobre el escenario.
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